Como cualquier usuario de Internet, prácticamente desde que salió Firefox (allá como por 2004), siempre consideré Internet Exploiter el peor navegador Web posible.

Aún más si consideramos la perspectiva y experiencia de ser un diseñador/desarrollador Web. Al parecer Microsoft simplemente no podía hacer que su navegador jugara bien con los estándares Web dictados por la W3C, la fundación sin fines de lucro fundada por nada más y nada menos que el creador de la WWW: Sir Tim Berners Lee. Y no está de más decirlo, lo que más fallaba era lo relacionado con layouts con hojas de estilo (CSS).

Versiones de IE

Haciendo memoria, el tiempo pasaba y las versiones de Internet Explorer (IE) emergían con lo que aparentaba ser poco o nulo avance en sus problemas, pasaron de la versión 6 a la 7 y luego a la 8 y así sucesivamente. Google Chrome se liberó en 2008, y la compañía de mi amigo Bill seguía perdiendo usuarios ante la competencia (Mozilla, Google, Opera). Y, muy a pesar de todo esto, Internet Explorer seguía siendo el navegador más usado, ya que Windows, el sistema operativo que la mayor parte de los usuarios en el mundo tenía, lo incluía como navegador por default (esto me recuerda a las guerras de navegadores y demandas antimonopolio años antes, que libraron Microsoft y Netscape. Por cierto, de las cenizas de Netscape nació lo que hoy es Mozilla).

Y bueno, después de años de lo mismo (mal navegador, menos usuarios), y no sé si lo que diga a continuación haga enfurecer a algún desarrollador, creo que finalmente, con las versiones de Internet Explorer 11 (quizá desde la 10), Microsoft se redimió. No quisiera entrar en detalles, simplemente recuerdo que mi CSS no se rompía tanto como en versiones anteriores. Se sentía también menos lento. Era como si por fin se hubiera puesto al nivel de los “buenos” navegadores. Sin embargo ya era demasiado tarde. Microsoft trató de reirse de sí misma, y reconocer esa mala fama que tenían, y sacó este video (que personalmente me parece genial, y me quito el sombrero ante Billy, tanto por presentar una pequeña y simpática historia pero principalmente por ser autocríticos y admitir que la percepción de su navegador estaba por los suelos):

Branding Update; Enter: Edge

Como decía, ya era demasiado tarde; la marca estaba muy golpeada, así que la dejaron morir, para cambiarle de nombre, logo, y quizá quitarle un poco el polvo, y resurgir, en 2015, como Edge.

Créditos de la imagen: esta página.

Eventualmente, no sólo actualizaron branding, si no que propusieron hacer el cambio de browser engine (el motor, las tripas) de uno propietario de Microsoft (EdgeHTML) hacia, sí, adivinaron bien, el que usa Google (Blink y V8). Esto, entre las principales implicaciones que tendría, es que se podrían instalar las extensiones de Chrome en Edge.

He leído y escuchado muchas quejas respecto a lo despiadado que es Chrome con la memoria RAM, y hay simplemente gente que, por todo el daño y trauma sufrido en sus años de desarrollo, simplemente nunca confiarán en Internet Explorer Edge.

Sin embargo, tratando de ser lo más objetivo posible, considero que hoy en día Edge es un buen navegador. De hecho, después de haber intentado con diferentes clones de Chrome, lo uso como uno de mis navegadores secundarios (siempre tengo diferentes navegadores corriendo simultáneamente para tener abiertas mis distintas cuentas de Google; personales, de trabajo 1, trabajo 2, proyectos independientes, etc.). Esto me permite no tener que estar cambiando de cuentas en un mismo navegador, haciendo log in, log out, e introduciendo contraseñas tan seguido, y que virtualmente sea tan sencillo en mi flujo de trabajo cambiar de cuenta, como presionar alt+tab y cambiar de ventana.

Doomsday

Y esto me lleva al título de este post: el día que instalé Edge.

Esto es impactante para mí, porque fue antes de que le empezara a dar más chanza a Edge en mi computadora de escritorio con Windows (por lo que comenté anteriormente sobre tener varios browsers corriendo). Además, incluso después de haberlo aceptado entre mis protégés, es distinto utilizar Edge, el navegador que viene instalado por default en Windows y que como dice nuestro amigo desarrollador en el video que puse arriba, se usa únicamente para descargar otros navegadores, a descargarlo intencional y deliberadamente en un dispositivo propio, y no por ociosidad, sino por necesidad.

Este screenshot, de la instalación que hice de Edge en mi dispositivo móvil, la tomé, si no me fallan los metadatos, el 31 de diciembre de 2020 (¡ya tenía bastante tiempo queriendo terminar de escribir el maldito presente artículo!).

Why? WHY???

¿Que por qué lo hice, mis estimados pero inexistentes1[Sobre el tema de la inexistencia: la jiribilla es contra mí mismo, porque las cosas que escribo son tan aburridas que nadie me lee, y no es contra ustedes (re)queridos amigos(as,es,is,us), porque además y precisamente por lo mismo, no existen.] lectores? ¿Por qué instalé aquello contra lo que, en mis mejores días como desarrollador front end, luché y juré combatir siempre?

La respuesta podría no resultar satisfactoria a desarrolladores Web de antaño y de hueso colorado, pero es porque simplemente no estaba satisfecho con el navegador que venía por default en mi nuevo Android (no recuerdo si era el Samsung Browser, o Google Chrome, pero para el caso, ninguno me parecía que estuviera al 100; pensaba que tenía que haber algo mejor).

De esta manera, me dediqué a probar diferentes opciones, para encontrar un navegador “principal” para mi móvil, ya que ahí no es mi intención estar cambiado de uno a otro (como sí lo es en mi equipo de escritorio) sino tener uno bueno, que siempre use. Los que probé fueron:

Y quizá alguno que otro más pero que debieron ser tan malos que ni siquiera los recuerdo. No puse vínculos en este listado intencionalmente, porque el que quiero recomendar y el que actualmente uso es:

Póximamente escribiré por qué Yandex me gustó y por qué lo uso como navegador principal en mi smartphone.

Por cierto, Edge en móvil no es tan malo tampoco, simplemente me gustó más Yandex por algunas características.

Update 1: 2021-08-15

Olvidé que en 2015 ya había escrito acerca del branding de IE, y del video embebido arriba. Bueno, uno se repite a sí mismo a sí mismo a sí mismo.

Notas al pie